Los jóvenes y nuestros amigos de Georgia que vinieron a visitarnos por unos días pintaron el mural y se veía que lo disfrutaban mucho. Trazar la líneas en la pared tomó varias horas y al finalizar estuvimos listos para un buen almuerzo.
Una semana y media después regresamos a pintar los colores. Esta vez nos tomó más tiempo, pero fue mucho más divertido hacer la mezcla de colores, pintar un dibujo muy grande y ver como el mural se transformaba delante de nosotros. Los jóvenes pintaron la mayor parte del mural y todos la pasamos muy bien. Tuvimos que parar de pintar, recoger materiales y limpiar cuando ya estaba oscureciendo, pero dos días después regresamos para terminar.
Esperamos que cuando regresemos podamos ayudar a pintar dos murales más en las siguientes paredes y que los dibujos estén conectados para terminar la escena de la primera pared. Hasta entonces, estamos satisfechos con el trabajo hasta aquí logrado.
El Mural terminado